Tierra olvidada durante décadas, el pueblo de Orxeta conserva con orgullo un pasado forjado por siglos de ocupación humana, siendo testigo privilegiado del paso de algunas de las más importantes culturas del Mediterráneo.
Antiguos legajos, monumentos y recientes hallazgos arqueológicos evocan en el visitante una trayectoria histórica que hunde sus raíces en la más remota prehistoria.
Orxeta, con un entorno natural y un patrimonio cultural privilegiado, bien comunicado y próximo a la costa y a los núcleos de población con fuerte vocación turística (Benidorm, Villajoyosa, Altea), constituye hoy un poderoso atractivo para el sector turístico que busca alternativas al turismo de sol y playa, en constante crecimiento en nuestro país.