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La historia de Benidorm a través del Plano toponímico de la Serra Gelada, en el Espai d’Art ‘La Casilla’

La antigua Casa de Peones Camineros, restaurada, acoge la exposición de un plano que recupera la toponimia histórica de la zona

La historia de Benidorm a través del Plano toponímico de la Serra Gelada, en el Espai d’Art ‘La Casilla’

Benidorm cuenta ya con un nuevo punto de encuentro destinado a promover y difundir la cultura. En la tarde noche de ayer, abría sus puertas el Espai d’Art ‘La Casilla’, situado en la antigua Casa de Peones Camineros, en la Vía Emilio Ortuño, recientemente restaurada por el Ayuntamiento, con la exposición ‘Fent el plànol toponímic de la Serra Gelada i les Penyes de l’Albir’. Una muestra promovida por la Concejalía de Patrimonio Histórico y Cultural con la colaboración de la Comisión Hidrográfica e la Taula del Bon Profit.

La exposición recoge el proceso de elaboración del plano toponímico de este importante enclave editado por el Ayuntamiento en noviembre pasado coordinado por el profesor de Fotografía Artística de la Escuela de Arte Superior de Diseño de Valencia, Jaume Fuster. Un trabajo de investigación y artístico que ha contado con el respaldo de la Taula del Bon Profit y que se ha visto plasmado en un mapa toponímico realizado por Frances Aracil, jefe del Departamento de Expresión y Representación también la Escuela de Arte Superior de Diseño.

El alcalde señaló que “muchas de las cosas que aparecen en el plano se habrían perdido para siempre” si no se hubiera realizado este trabajo de investigación que conforma “el relato histórico” de Benidorm y su comarca.

También hizo hincapié en la “necesidad del conocimiento” para “preservar nuestra historia” y, en referencia al enclave de la Serra Gelada, apuntó que están ahí “para que los disfrutemos y cuanto más los conozcamos, más los protegeremos”.

Como coordinador del proyecto, Jaume Fuster, aclaró que se detectaron “errores” en los planos anteriores, algunos de los cuales datan del siglo XVII y que, durante el proceso de investigación, “se localizaron correctamente”. Asimismo, reivindicó el buen hacer de Francesc Aracil que “durante siete meses” dibujó el plano siguiendo “el estilo de la época”.

Entre los más de 40 planos geológicos y elementos científicos de la exposición, destacó la presencia de una máquina “para sacar el perfil oceánico del mar”, o una peseta de 1870, que “es lo que habría costado el plano en la época”. Fuster abundó en el conocimiento aportado por Llorca Ibi que redactó su tesis doctoral sobre la toponimia de Benidorm y su empeño “por la búsqueda de las fuentes originales para conocer nuestra Serra Gelada”.

Precisamente, Francesc Llorca Ibi, el último en intervenir, cifró en “alrededor de 250” los topónimos detectados en la zona “más de 200 palabras que nos indican la presencia humana”. Todas tienen raíz valenciana. Solamente l’Albir “que en árabe significa pozo” es de origen árabe, lo que demuestra que el territorio “era una zona de guerra, una trinchera” sometida a los vaivenes de la guerra.

Entre los detalles, Llorca Ibi recordó que el rey Joan II firmó un edicto por el que, quien se trasladara a Benidorm y viviera aquí diez años “se le perdonaría todo, incluso los crímenes contra la corona”. Reveló la presencia de leones de mar “hasta los años 50 del siglo pasado”, como demuestra la conocida como ‘Cova del llop’ en la isla, o que ‘cala’ significa “lugar donde se puede desembarcar”.

Muchos de los asistentes a esta primera exposición en el Espai d’Art ‘La Casilla’ habían vivido en la antigua Casa de Peones Camineros. La de Benidorm es una de las que felizmente se han restaurado y puesto de nuevo al servicio de la ciudadanía. Entre los asistentes se vivieron momentos emotivos al compartir las imágenes en blanco y negro de finales de los años cincuenta hasta los setenta del siglo pasado, cuando el Benidorm de hoy comenzaba a configurarse.