Empezamos el itinerario al final de la Playa de Levante, en la cuesta que conduce al hotel Benikaktus, en la calle Alcalde Manuel Catalán Chana. Tomaremos la carretera asfaltada y dejaremos a la izquierda el cruce que va a la Cruz. Continuamos hasta encontrar un desvío que nos llevará al mirador de la Punta Llisera y a la Cala del Tio Ximo.
Nos encontramos en una tranquila cala mediterránea, relativamente apartada de las bulliciosas playas del centro de Benidorm. Junto a la cala, podemos observar las antiguas minas de ocre, donde no hace mucho tiempo trabajaba El Tio Ximo y sus burritos de carga.
Volvemos a la carretera y, a mano derecha, accedemos por una carretera con acceso restringido a vehículos a motor. Desde aquí, nos dirigimos hacia la Punta del Cavall, donde se sitúa una torre de vigilancia del siglo XVII.
Desde este punto, se contempla una de las mejores vistas de los acantilados de la Serra Gelada y, muy cerca, la Illa Mitjana.
Tanto este punto como la Punta Bombarda, en el Albir, eran excelentes atalayas desde las que, en la época medieval, se construyeron torres vigía para alertar a la población de la presencia de piratas berberiscos.