Aguas tranquilas, limpias, ausencia de corrientes y mareas importantes, y diferencias térmicas moderadas, hacen de la bahía de Benidorm un lugar muy especial del Mediterráneo, donde poder izar velas y navegar placenteramente sin sobresaltos.
En los meses estivales es cuando la mayor parte de los "cruceristas" sueltan amarras y comienzan sus vacaciones de mar.
Los navegantes que se animen a visitarnos, han de saber que existe un pequeño puerto deportivo, con zona para embarcar/desembarcar y repostar. Pero mucha atención al calado, porque hay muy poco fondo.
Partiendo de alguno de los puertos deportivos cercanos, sin prisas, disfrutando de la costa que nos rodea, se puede llegar aquí, navegar y conocer nuestra bahía.
La meteorología veraniega no suele presentar problemas, además la existencia de innumerables y cercanos lugares de refugio, evitarán sensaciones desagradables a los que no les guste navegar "a tope".